Madrid

Llegué después de la medianoche con un poco de dolor de oidos y bastante ansiedad. Mamá y Sebas me esperaban tomando un café. Abrazos y saludos. En la camioneta fuimos hasta la casa, en un lugar cerca de majadahonda, en las afueras de madrid. Bea (su mujer) y los niños dormían. Nosotros charlamos y tomamos algo y después nos fuimos a dormir. A la mañana siguiente pude saludar a bea y jugar con los niños. Santiago es como un niño señor o un gran niño, el silencio y el pensar antes de hablar connotan inteligencia. Paloma es de lo más tímida y divertida. Se averguenza de hacerlo frente a los ojos de los desconocidos pero le encanta jugar. Jugabamos a que yo era un tigre y la perseguía. Ella muy mandona me decía que deje de hacer de tigre mientras corría despavorida y espantada. En el fondo le divertía muchisimo. Esa mañana también conocí más la casa, que sebas mismo diseñó. El huerto en el jardín produce vegetales varios y mejora día a día. Un poco más lejos un arroyo que empieza a llenarse de agua otra vez. Un poco más allá la nada, forestación, y cielo. Increible vista.
Mamá se alegró de verme, y de verme bien. Me trajó algunas cosas de arg, entre ellas medias con dedos. No son de lo más cómodas pero me divierten un montón. A ella se la ve muy bien. Obviamente contenta por estar acá, eso es muy bueno. Mañana llega a Treviso por una semanita.
Ese mediodía nos fuimos al campo de la familia de Bea. Grandioso lugar. Super lindo. Toda su familia y nosotros. Un almuerzo extra abundante nos mantuvo sedentarios hasta casi las 8 de la noche. Un día extremadamente familiar. Comí mucho y rico. Los niños, entre primos, la pasaron muy bien. El día de conocer madrid sería el siguiente. Cansados volvimos a nuestras casas.
No muy tarde a dormir. Nueva mañana al día siguiente. Ante última en Madrid.
Ese mediodía nos esperaba un almuerzo no tan largo en la ciudad de madrid, barrio de Chueca. El barrio gay y cool. Comimos muy bien. Pude conocer un poco de Madrid. Después llamé a Diego y Fernando que estaban por esos pagos. Ellos también trabajan en Fabrica pero estaban ahí en la casa de Diego que es español y madrileño. Fuí para su casa para abandonar a la familia por un rato. Me pasearon un poco por la ciudad. Después los acompañé a ver el partido España vs Dinamarca. Era el pasaje para poder salir a la noche de madrid. Entonces después sí. Primero salimos a cenar, después a tomar algo, y después a bailar. Completa noche en la ciudad.
Llamativo lo similar con bs as en algunos lugares de la vía pública. Me impresionó un poco. De noche se pueden ver jovenes de toda europa. Cosmopolitamente agradable. La pasamos muy bien.
A la mañana siguiente volví a encontrarme con mi familia. Hicimos un Brunch. Yo me enteré de la existencia del terminó llegado aquí en europa. Es algo que se hace en nueva york y también en algunos lugares de por acá. No se desayuna ni se almuerza, se hace un brunch (breakfast & Lunch). Primero unas tostadas con jugo y actimel, también café. Después lo segundo que se puede elegir. En mi caso fueron huevos revueltos con algo más que no recuerdo. minutos antes estaba en ayunas y ahora me sentía hiper lleno. Después llego la hamburguesa con queso. Uff. No llegué ni a la mitad.
Terminado el brunch bea fue por los niños, mamá y sebas a caminar, y yo al Prado. Sería excesivamente largo si entrase en detalles, eso esta vez me lo guardo para mi. Basicamente la pasé hiper . Es un gran lugar. Sentimientos encontrados como siempre. El brunch en la garganta me acompañó la primera parte del recorrido. Velazquez y Goya me generaron literales escalofrios. Necesitaba más tiempo. Ya volveré, hay mucho más por ver en madrid.
Después de eso al aeropuerto de nuevo.
El resumen es altamente positivo. Un viaje familiar y divertido. Sebas y bea me recibieron bien, además me invitaron, ídolos. Los niños son lo más. Y fue bueno ver a mamá.