sábado, 29 de octubre de 2011

Arte sin técnica vs. técnica sin arte.

El juego de palabras bien lo indica, en uno hay arte y en el otro no. ¿Desde dónde se mira una obra de arte? ¿Desde dónde la mira la persona promedio?
Repetidas veces recibo el comentario "qué bien que te salió ese brillo" o "qué bien que te quedaron esos ojos" o "me impresiona lo real que parece esa boca" o "wow están muy buenas, debe ser re difícil pintar en grande formato". Los comentarios técnicos poco tienen que ver con el arte, con la belleza, con la sensibilidad. Nadie le dice al fotógrafo "qué real que te quedó esa ventana" ni al arquitecto "qué difícil debe haber sido montar esas columnas que soportan la estructura". No lo dicen porque se entiende que no hay un esfuerzo real del artista para que estas cosas sucedan. Y sí lo dicen en las artes plásticas porque se valora la dificultad del artista. Y la crítica que hago es hacia la visión pobre del arte, intentando construir una más pura y más sensible. Para muchos, el buen arte es ese difícil de hacer por ellos mismos y por otros. Entonces si yo hago algo que se supone ser difícil de hacer, eso es bueno. Por eso mismo, el arte figurativo es el más fácil de "entender" y de consumir. Es sencillo, cuánto más fotográfico, mejor. Cuánto más real sea la representación de esa imagen, más mérito. La realidad está ahí, no hace falta representarla a menos que sea a modo de archivo o documentación. El arte es mucho más que eso, es la representación de un sentimiento, o simplemente la expresión de un mundo interior, que puede ser interpretada de infinitas maneras. Y creo que la manera más pobre de interpretar y leer una obra es mirando la técnica. Creo también que el arte es eso que sucede entre la obra y el espectador, quedando totalmente fuera el artista. Eso es lo más puro que puede suceder. Luego viene lo anecdótico, la historia del artista, su vivencia en relación a la obra, etc, y eso puede manipular la interpretación del espectador, enriqueciéndola, empobreciéndola, o simplemente mutándola.
Si bien esta crítica parece atacar a los espectadores, acusándolos de pobres, también es una crítica hacia mi mismo. Creo que es algo social, que está ahí, por alguna razón, y yo crecí de esa manera. Yendo a un museo y mirando una obra para luego decir "pero esto lo puedo hacer yo" o "wow, yo nunca podría hacer algo así" perdiéndome así del arte, mirando lo técnico, lo anecdótico. Los límites del arte son confusos y a veces se hace difícil entender desde dónde hay que mirar el arte y comprenderlo.
No hace mucho tiempo me enteré de que muchos de los artistas más reconocidos en el mundo mandan a producir sus obras a empresas, que cuentan con todos los recursos técnicos y con especialistas en cada técnica en particular. Artistas súper conocidos que por ejemplo venden esculturas a muchísimo dinero y que nunca quizás tocaron en el proceso. La misma empresa que le hace a uno, le hace a los demás. Esculturas con un grado de detalle sorprendente. Entonces el artista es un director del proceso de principio a fin, y quien tiene la idea de hacerla. Lo mismo con algunos artistas que mandan a producir sus pinturas del 0% al 100% sin tocar un pincel. Reconozco que cuando me enteré me resultó un poco escalofriante, confuso y hasta "tramposo" porque siempre tuve el chip del arte con la técnica, del arte con el oficio, del arte con el esfuerzo, del arte con la dificultad.
En la evolución de la historia del arte, se fueron buscando técnicas que facilitaran la producción. Desde ya que entre un camino fácil y uno difícil, el artista siempre eligió el fácil. Creo que se trata de buscar un resultado, y teniendo en cuenta este, elegir la vía más conveniente, sea rápida o efectiva. En la antigüedad el artista producía sus colores y había un verdadero oficio detrás de eso, una verdadera técnica de recetas propias, secretos, etc. Hoy en día nadie cree que es "facilista" el hecho de que el artista compre colores preparados o aceites y médium de marca en vez de hacerlos artesanalmente. Es una herramienta más. En el pasado el artista tenía sus ayudantes, que resolvían casi la totalidad de la obra que luego firmaba el maestro. Qué sentirían los alumnos perdiendo el crédito? qué sentirán los pintores por encargo para artistas hoy en día produciendo una obra de la que no son dueños?
Más importante, ¿Qué sentimos nosotros sabiendo que la obra de un artista no fue ejecutada manualmente por el mismo? Un artista que nos vende y muestra una pintura que el no pintó. Es raro, lo sé, pero hay que pensar ampliamente. ¿Qué estamos mirando? ¿Qué estamos juzgando? ¿Desde dónde? ¿Acaso lo importante no es la obra en si misma? Eso creo, lo demás se queda en la anécdota, que de seguro es interesante, aunque no sé si enriquecedora.
Los artistas son grandes personas con el don especial de poder representar su sensibilidad de alguna manera que puede tocar la sensibilidad de otros. Pero los artistas no son el arte, el arte es lo que ellos hacen (de cualquier manera que les resulte más conveniente) para dejarlo ahí, soltarlo.
Por otro lado también están los genios de la técnica sin valor sensible, a mi criterio. Que ahí se quedan, en obras técnicas, en ejecuciones perfectamente logradas. ¿Son artistas? Definitivamente son llamativos, es fácil de entender, fácil de digerir. Es tan sencillo como "está muy bien hecho", no hay una complicación emocional para leer una obra así, porque la leemos desde otro lado, más frío. En lo personal me parece entretenido consumir estas obras por un rato, aunque poco me llaman la atención. Clásicas de fowards en powerpoints. En muchos casos con la vuelta de tuerca de fusionar materiales llamativos como esculpir en una banana o hacer un barrio en la arena o tallar un carozo. O decenas de pintores con un gran desarrollo de la técnica. ¿Obreros o artistas? No ataco a nadie puntualmente, hablo en lineas generales, de lo facilista de mezclar el combo más simple para el espectador "creativo + difícil de hacer: genialidad".
No escribo desde la ira ni del ataque sino que comparto una reflexión inevitable que me surge desde la mezcla del intelecto y la sensibilidad.
Por una lectura del arte más sensible y menos intelectual.

Podría extenderme mucho más, otras cosas las escribí en privado y quizás las pueda volcar acá más adelante. Me interesa saber qué piensa o siente usted lector.