lunes, 30 de julio de 2007

Semana 3

Hoy es domingo, en sus últimos minutos. Escribo en mi cuaderno apoyado sobre el escritorio de mi habitación mientras escucho a Siemens masticar su comida y Gabo duerme. Yo ya dormí la siesta en un domingo hiper tranquilo.
Perdón por la demora. Simplemente no hubieron cambios abismales. Es extraño pero día a día esto se convierte en una rutina. No llo digo como algo negativo. Mi asombro sigue latente. No en el estado de shock de los primeros días, pero sigue en pie. Treviso, y Fabrica ofrecen una rutina visual a la que espero nunca poder acostumbrarme. Dificil que a uno no se le ocurran ideas en un lugar así. Todo parece estar preparado para que eso suceda. Porque tiene que suceder.
A Fabrica la conocía de nombre. Ahora la estoy conociendo más, conviviendo. Empiezo a darme cuenta quién es y cómo funciona. Lo interesante es que Fabrica no me conocía y ahora empieza a saber quién soy y cómo funciono. Parece haber interés de los dos lados. Muy buenas expectativas.
Hoy no hay tanta gente. Llegarán más jóvenes pasado el verano. Entre ellos varios latinos. Los proyectos son muchos, mis ganas de estar en alguno de ellos y pensar otros, abundan.
Es raro, pero toda la imponencia, lo abrumador y lo temerario que puede generar Fabrica, en mi tiene un dejo de suavidad. No me siento con miedo, ni presionado, ni tensionado. Si bien no me lo esperaba, ni estaba en mis planes, sí estaba dentro del rango de mi ambición. Hoy me siento en mi lugar, en mi mejor lugar hoy, y en el lugar que me tenía preparado este momento de mi vida. Y perdón Mamá y Papá, pero creo que me voy a quedar unos días más que un año. No sé, me parece.
Fin de semana: Viernes cumpleaños de una fabricante (así se llama a la gente que trabaja en Fabrica), Karol, de Mexico. Comida rica y abundante. Cocinó gente de todo el mundo asique hubo variedad. En el departamento había un poco de música y barullo. Algunos trevisanos poco juveniles llamaron a la policia. Asique el evento siguió con un barullo bajito, mucho sh! y nada de música. No estuvo ni bien ni mal. El sábado, hacia la tarde nos fuimos a la playa y conocí el mar europeo. Valeria, italiana y novia de Andés manejaba el auto, Miren (españa), Anne (Holanda), Alex (Inglaterra) y yo (sudaca). El agua bastante azul. Al fondo se veían veleros carisimos (viejo tenés que venir a navegar por acá). La playa era Jesolo. Al lado de donde estabamos, a unos pocos metros, había un "recital" de música electrónica. Asique también escuchabamos y bailabamos quizás. Rato después iba a tocar Moby, pero no lo vimos. Temperatura del agua: Refrescante pero no muy fria.
Último día de Miren en treviso, asique esa noche era su despedida. Fiesta de disfraces. Los chicos de chicas y viceversa. Faltó creatividad para la temática. Por clima inestable hubo un cambio de locación y el punto de encuentro pasó a ser un bar. Por ese motivo, unos pocos creimos que se suspendía lo del disfraz. Una vez en el bar empezamos a ver gente disfrazada llegar. Muy divertido. Yo estaba de hombre, o al menos, como me visto siempre. Con Gabo intentamos improvisar un disfraz para ser más parte de la reunión. Con un pañuelo simulé un vestido, relleno, pinta labios y sombrero. No parecía una mujer. Parecía un granjero maricón que soñaba con ser payaso. Más tarde había una fiesta que prometía, en una casaen las afueras de Treviso, cerca de Fabrica. Ahora a cara lavada, y sin pañuelo ni sombrero. Un dj pasó música electrónica en el jardín de una casa muy linda. Lo hizo muy bien. La gente bailó y se divirtió. Yo también. Duró hasta las 5 aprox (al menos para nosotros). La noche más larga desde que estoy. Segun dicen, fiestas así suceden dos veces al año. Treviso mantiene su esencia de pueblo.
En un rato subo fotos.

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