lunes, 22 de septiembre de 2008

Make up serie

www.diegobeyro.com
Aquí la nueva serie titulada Make up. Acrilico sobre papel. 135cm x 200cm.



Algunas de mis pinturas me han gustado, otras me han entristecido,
algunas no me gustan, otras me encantan, algunas me dan verguenza,
otras que tendría en mi casa y otras que nunca mostré, algunas me
impresionan. Hasta ahora ninguna me había cautivado tanto como esta
última, que me tiene como su prisionero. Es la tercera de estas tres
primeras de la serie make up.
Me parece genial, poder disfrutar y dejarme hechizar como espectador.
Nunca había sido tan espectador de mi propia obra. Y no es que me
parezca importante que sea mia, porque no es eso de lo que se trata.
Simplemente me siento espectador, olvidando el artista y el ego.
Porque en ese momento no existen; porque ella, quieta y profunda me
mira a mi, que no soy más que una persona sentada.
Paralizado y ahora tan inmóvil como ella, me dejó ahí por un largo
rato. Sin pestañar, me seguía cautivando. Hacia la noche de ese mismo
sábado, día en que ella había estado terminada, me obligó a permanecer
en ese sillón. Sin decirme nada me dijo que quería seguir mirándome. y
como el sentimiento era mutuo, fuí por una manta y decidí pasar la
noche en el sillón. No hubo pinceles, ni ideas, ni proyectos, ni
futuro, ni presión, ni condicionamientos, ni artistas, ni ambiciones,
ni ego. Sólo su inquietante mirada y mi inquieto ser. Sólo mi tímida
mirada y su intimidante ser.
Y así fue como luego de una larga y exquisita batalla de miradas, me
fui quedando dormido. Cada tanto pispeaba... pero ella nada, inmóvil.
Jamás me bajaría la mirada, no a mi. Y después llegaron las preguntas.
¿Será que estoy creciendo? ¿Será que me estoy enamorando ¿Cómo puede
ser que me mire así? ¿Cómo puede ser que me haga sentir tan observado
e intimidado? tan asustado... ¿Cómo se lo permite? ¿Cómo se atreve a
mirarme así? ¿Cómo puede ser que me pasen tantas cosas si es tan sólo
un papel pintado?
Me relajo. Es mágico, brillante y fabuloso. Me dejo caer en su mirada.
Nunca me sentí tan pero tan espectador. Es nuevo y eso me renueva. Me
anima.
Si bien me intimida también me deja tranquilo; porque si me mira así,
sin descansar y sin pestañar, es porque me debe estar cuidando.







viernes, 19 de septiembre de 2008