miércoles, 28 de noviembre de 2007

Fin de semana en Berlín.

Salimos el viernes a la tarde. Allí estaría el "pìctoplasma" durante el fin de semana, un festival de cortos animados bastante importante. Proyectarían unos cortos que hizo amautalab en argentina, asique esa era nuestra excusa para visitar la ciudad. Y más que nada porque gabo (que trabajaba allá) hizo uno de esos. También viajamos con Guillermo, un mexicano que trabaja en Fabrica, quien vivió 4 años en berlin en el pasado.
Allá nos encontramos con la gente de amauta, (uno javi, mi amigo). Bueno basta de nombres, vamos de viaje. La señalética en alemán no se entendía nada. Por suerte guilllermo nos guió un poco. Ansioso de escuchar algún alemán salimos del aeropuerto apuntando hacia el metro, que nos llevaría al centro. No hacía más frio que en treviso ese día (después nos enteramos que fue el día más caluroso en todo el mes). Tipo 6 era totalmente de noche, claro. Lo primero que escucho fue a unas personas hablando en español. Decepción. Un poco más tarde otros hablando en italiano, parecía un chiste. La ciudad estaba repleta de españoles e italianos. Un día estaba en una librería y me encontré con un argentino. También en el festival, con dos, en distintos momentos. Mujeres que llevaban tatuajes como en argentina un arito en la oreja, también piercings. Es algo muy común. Uno puede vestir lo que quiera que no va a ser demasiado llamativo. Si bien es una ciudad limpia y ordenada, hay como una estética muy sucia y trash. Grafitis por todos lados, empapelados rotos y afiches en cada espacio. Lo que en argentina sería la puerta de la muerte, en donde nadie se animaría a entrar, allá es el bar más cool de todos. Y los bares son de verdad, no como en treviso. Estos abren hasta tarde, como los de bs as. Entonces empezamos nuestra noche. Un poquito en un bar. Increible fue que se pueda fumar. Era muy rara la sensación de tener un cenicero en un bar. Parece tonto pero fue muy impactante. Asi como que la moza te hable en alemán. Así como incómodo no poder decir absolutamente nada. Por suerte chau se dice chau. Y aprendí a decir hola y gracias. Luego fuimos a comer comida vietnamí. Arroz con salsa de maní. Una bombita. Después nos fuimos para otro bar. Increible visitar un bar de verdad después de tanto tiempo. Música fuerte y buena, camareras con extraísimos peinados y piercings en muchos lugares. Berlin se estaba posicionando como una gran ciudad para ir a vivir en muchos sentidos. Mucho más barato que otros lugares en europa. Después de escuchar música electrónica en un bar fuimos a bailar rock and roll. Si vas con sombrero de vaquero o si tenés tatuado el nombre del lugar, entrás gratis. Nosotros pagamos, pero había un par de freaks que no lo hicieron.
El cansancio nos llevó al hotel. Yo estaba en circus, un hostel super barato y bueno a la vez. Al otro día un poco de caminar y conocer la ciudad. Irónicamente almorzamos en una pizzería italiana. Esa tarde seguimos paseando. Luego el pictoplasma y algunos cortos. También unas conferencias. Todo muy bien.
Pasados por los roles del sushi nos fuimos a la fiesta del pictoplasma. Invadidos por muñecos bizarros, llamativas mujeres y gente de todo tipo que bailaba entre nosotros, nos quedamos hasta muy tarde en la madrugada.
Entonces cuando salgo, wow, estaba nevando! Si bien conocía la nieve, nunca la había visto en una ciudad. Y eso es algo increible. Era de noche, estaba en berlin, y del cielo caían gotas congeladas, caían copos de nieve. Acompañado con dos alemanes y un mexicano fuimos a desayunar kebaps. Yo seguía pensando en la nieve sobre mis hombros, que venía del cielo. Todo era increible.
El domingo desayoalmorzamos con un magnifico brunch. Pero lo más llamativo de todo fue que en este lugar, sonó la canción GASOLINA. No lo podíamos creer. Y a falta de una vez, sonó, dos veces. El mundo es un pañuelo y en berlín hacía un frio de morirse. Mucho, pero bastante frio. Sin embargo ví a algún que otro alemán andando en bici con un buzito y nada más. Y lo peor, con una lata de cerveza en la mano. O no tienen madres que los presionen para que se abriguen o no tienen la misma noción de temperatura que nos. Ese día, sin entrar a demasiados lugares, conocimos un poco del todo de la ciudad. Si uno está atento se puede llegar a percibir la energía que dejó la historia. No es algo tan obvio, no es algo evidente más allá de los monumentos, pero está. Genera un par de cosas caminar exactamente por dónde estaba el muro y ver a un costado el "homenaje" a los que quisieron cruzarlo y no lo lograron. O pasar por la plaza que en algún momento estuvo lleno de banderas y donde desfilaba este señor.
Esa noche hicimos una parada en París Bar y después seguimos en White Trash. Un bar un poco bizarro. La mezcla justa entre cool y uncool. Degustamos algunas cervezas alemanas muy ricas. El especie de DJ pasaba música y hablaba de la fiesta de la toga. Espontaneamente se armo una fiestita en el hall, con manteles en el cuerpo como togas. Gente de todo el mundo se puso a bailar rock. Super bizarro y divertido. Mucho más tarde fuimos a otro bar y un poco después a comer kebaps.
El día siguiente hacía frio de verdad. Casi que no se podía caminar. Tomé un café con javi y más tarde partimos con Guillermo al aeropuerto. Berlín me atrajo, me encantó y me sedujo. Excelente ciudad para ir a vivir un tiempo. Asombrosa.

Hay muchas fotos, y miles que quedan en mi disco rígido, asique dejo algunas. Cuando pueda subo algún video


Algunas:












White Trash















Fiesta Pictoplasma





martes, 27 de noviembre de 2007

going to lunch!

el finde estuve en berlin. Maána subiré fotos relato y probablemente video. Por el momento dejo esto. Uno de los mediodías de la semana pasada. El trayecto de Fabrica a la mensa (comedor.
Salud.!

martes, 13 de noviembre de 2007

Sobrinos, la serie de 4


Aquí están finalizados los últimos dos. Las hermanas, tan distintas Manuela y Clara, Manu y Clarita. Esta última es mi favorita, y de hecho mi pintura favorita. Ahora están pegados así muy desprolijamente. Tengo que cortarlos y emprolijarlos. Quizás continue pintando un poco más alguno.

Manuela

Clara

jueves, 8 de noviembre de 2007

Au Coin!

Ese es el nombre de esta instalación (en francés significa "al rincón!"). El hombre de la columna se fue, logró escapar. Antenoche apareció este niño, en penitencia. Y desde ese momento no se movió. Los que bajan las escaleras principales de Fabrica, sea la hora que sea, se encuentran al niño, que no los mira.